Los desafíos gerenciales y éticos que enfrentan las organizaciones educativas hoy día son reales y sustanciales; se ha afirmado que las conductas antiéticas prevalecen en todos los niveles y se perpetúan por contranormas gerenciales y una cultura disfuncional. Se ha identificado que estas conductas, son las principales causas de la ineficiencia operacional y de la deficiente calidad, lo que vislumbra una crisis que socava las fortalezas competitivas (Bottorff, 1997).
Entonces, es importante bajo esta perspectiva, preguntarse respecto a los valores y virtudes que debemos poseer comolos gerentes educativos de hoy.
¿Proyectamos en nuestro quehacer administrativo el desarrollo de un proceso basado en principios éticos y morales que les impulsen al desarrollo de la excelencia?
¿Somos Gerentes líderes dignos de imitación por quienes son parte del proceso?
¿Poseemos las cualidades para administrar efectivamente el proceso enseñanza aprendizaje?...¿Cuáles son esas cualidades?
¿Somos el gerente que necesita el sistema educativo y la sociedad?